¿Alguna vez te has despertado con una sensación de apatía o falta de motivación? ¿O tal vez te has acostado con una sensación de insatisfacción o arrepentimiento por no haber hecho lo suficiente durante el día? Estas son sensaciones comunes, pero pueden ser superadas con una cosa: determinación.
Levántate cada mañana con una determinación firme en tu mente. Decide que hoy será un gran día, y que harás todo lo necesario para asegurarte de que así sea. No dejes que las excusas o el cansancio te detengan, en su lugar enfócate en tus metas y en lo que debes hacer para alcanzarlas.
La determinación también te ayudará a enfrentar los desafíos del día. En lugar de rendirte ante la dificultad, usa tu determinación para superarla. Recuerda, los obstáculos son solo oportunidades para mostrar lo fuerte que eres.
Por otro lado, acuéstate cada noche con satisfacción. Mira hacia atrás en tu día y celebra tus logros, por pequeños que sean. Aprende de tus errores y planea cómo será mejor el próximo día. En lugar de preocuparte por lo que no hiciste, celebra lo que hiciste y acuéstate con una sensación de logro.