Cada individuo tiene el poder de decidir cómo utiliza su tiempo. La forma en que empleamos nuestro tiempo es una elección personal y puede tener un impacto significativo en nuestra vida y en la consecución de nuestros objetivos. Podemos optar por invertir nuestro tiempo en actividades productivas, enriquecedoras y significativas, o podemos desperdiciarlo en distracciones y actividades que no nos aportan valor. Al tomar decisiones conscientes sobre cómo empleamos nuestro tiempo, podemos maximizar nuestra productividad, mejorar nuestra calidad de vida y avanzar hacia nuestros propósitos y metas personales.