El dolor es una sensación temporal. Puede ser físico o emocional, pero en ambos casos es temporal. El sudor se seca, el cansancio termina, pero la satisfacción de haber logrado lo que te has propuesto, ese es el verdadero premio.
Cuando nos proponemos algo, es fácil caer en la tentación de rendirse ante las dificultades. Sin embargo, es importante recordar que el dolor es temporal y que el esfuerzo y la perseverancia son los ingredientes necesarios para alcanzar nuestras metas.
El sudor y el cansancio son parte del proceso. Son señales de que estamos trabajando duro y de que estamos avanzando hacia nuestros objetivos. En lugar de rendirse ante ellos, debemos abrazarlos y usarlos como motivación para seguir adelante.
La verdadera recompensa, es la sensación de logro y de satisfacción de haber alcanzado lo que nos propusimos. Esa sensación es indescriptible, y es lo que nos mueve a seguir buscando nuevos desafíos y metas.
En resumen, el dolor pasa, el sudor se seca, el cansancio termina, pero la satisfacción de haberlo logrado todo lo que te has propuesto, es algo que nunca desaparecerá. Así que, sigamos luchando y trabajando duro para alcanzar nuestros objetivos, porque la recompensa es invaluable.