El término clima tóxico se utiliza para describir un entorno o ambiente en el que prevalecen actitudes y comportamientos negativos, destructivos o perjudiciales para la salud emocional y el bienestar de las personas involucradas. Este tipo de clima puede incluir comportamientos como el acoso, la manipulación, la falta de respeto, la negatividad constante, el chisme, la intimidación, entre otros.
Es importante reconocer y abordar los climas tóxicos, ya sea en entornos laborales, relaciones personales o cualquier otro contexto. Esto puede implicar establecer límites saludables, promover la comunicación abierta y respetuosa, fomentar un ambiente de apoyo y buscar ayuda profesional si es necesario.
Es fundamental buscar entornos y relaciones saludables que fomenten el crecimiento personal, el respeto mutuo y el bienestar emocional.